SALE VIRGILIO, ENTRA GRICELDA
La candidatura de la 4T se asignará mediante una encuesta, después que se defina si en Colima habrá coalición entre Morena, PT y Verde.
Sin embargo, el escenario se complica luego que el dirigente estatal del PVEM, Virgilio Mendoza, no acudió a la reunión con el presidente nacional de Morena, Mario Delgado. Y, en contraste, la senadora Gricelda Valencia decidió volver a la contienda interna.
El método para seleccionar a la candidata o al candidato de la Cuarta Transformación, alienta campañas de última hora para reposicionar a aspirantes que no han mostrado potencial electoral.
Mientras, grupos externos siguen alentando una narrativa donde la o el abanderado será impuesto con una lógica distinta a la simple competitividad.
Como la aprobación de la encuesta queda a cargo del consejo político estatal (el consejo nacional puede ratificar, mas no tiene facultades para contrariar la voluntad de los consejeros estatales), las bases de Morena están confiadas en que no podrían imponer un acuerdo cupular que ignore el resultado del sondeo.
SERGIO EL BAILADOR
Esto explica la desesperación de Sergio Jiménez Bojado, presidente del comité directivo estatal, quien no tiene la fuerza necesaria para encaminar en el consejo político una decisión a favor de la diputada federal Claudia Yañez.
Sergio ha sido un operador de los Yáñez Cabrera desde que los hermanos mayores de Claudia trataron de apoderarse del PRD estatal en los orígenes de ese partido, aprovechando su parentesco político con Porfirio Muñoz Ledo.
¿Quién iba a imaginar que cuatro décadas después, al apoyar a Mario Delgado, Claudia le iba a jugar chueco al exesposo de su hermana Bertha?
Es a Delgado Carrillo a quien Jiménez Bojado pretende engatusar, con la astucia de reunirse en lugares públicos con diversos actores políticos. Busca impresionarlo con fotos y boletines, para que el dirigente nacional del partido reconozca una supuesta tendencia a favor de la hermana de César Yáñez.
Una de esas reuniones de Claudia Yáñez, muy publicitada, fue con la dirigencia del SNTE 39. A los maestros del estado, la legisladora los quiso sorprender con una promesa vana: mientras dure la 4T, les dijo, ningún maestro será despedido por no pasar el examen.
Esa fue la promesa electoral de López Obrador, cumplida por cierto en cuanto llegó al poder y anular la mal llamada Reforma Educativa de Peña Nieto.
Es ingenuidad política asumir que una reunión con cualquiera de las dos secciones sindicales implica amarres con el magisterio. Se trata de uno de los gremios más politizados y diversificados ideológicamente. No sólo hay trabajadores de la educación en todos los partidos tradicionales, sino partidos completos identificados con el magisterio: obviamente Nueva Alianza, pero ahora también Redes Sociales Progresistas.
LA GESTICULADORA
Claudia Yáñez presume en informes de labores y anuncios espectaculares sus gestiones e intervenciones. Sus discursos son estridentes pero improductivos para sus representados.
Yáñez Cabrera ganó el primer distrito electoral federal en 2018 gracias al tsunami de López Obrador, pero es neófita en política. Así luce en sus declaraciones, ruedas de prensa y entrevistas radiofónicas.
Su línea discursiva es vergonzosa y sus argumentos viscerales, como cuando dice que las otras diputadas por Colima no han hecho nada en la Cámara, mientras ella sube con frecuencia a tribuna.
Legislar es algo más que tomarse fotos en San Lázaro. Y Claudia es incapaz de entender, por ejemplo, que en poco le ayuda al presidente cuando cuestiona la aplicación de los programas federales en Colima. Al contrario, les da armas a los detractores de la 4T para decir que, la estrategia de López Obrador para combatir la pobreza, en nada se diferencia de la neoliberal.
El proyecto de Yáñez Cabrera es ilegítimo, porque supone la continuidad del grupo en el poder estatal. Su propuesta política no tiene aceptación porque la gente no reconoce sus ideas como buenas para la entidad. La legitimación viene del reconocimiento del pueblo. Y los promotores de Claudia, ante todas las estrategias fallidas de promoverla, han optado por usarla como un vil instrumento para generar el veto a Indira.
De hecho, la reincorporación de Gricelda Valencia, a quien muchos veían ya fuera de la carrera tras ser nombrada delegada del comité nacional de Morena en Michoacán, estimula la imaginación de quienes sueñan con una confrontación de Claudia con Indira, tan enconada, que la 4T no pueda más que optar por una tercera en discordia.
NO SERÁ DEL VERDE
Es curioso, Virgilio Mendoza ganó dos veces la alcaldía de Manzanillo por el PAN, en franca oposición al grupo en el poder que, hasta ahora, lo impulsaba como aspirante a la gubernatura en un esquema donde el viejo PRI se disfraza de Verde para colarse a Morena.
Al regidor porteño no le alcanzó. En política se mide el resultado anterior inmediato, y Virgilio perdió la elección municipal en Manzanillo. En todo caso, su presencia política se concentra en el puerto, en su natal Armería y algo en Tecomán, pero es nula en la zona norte del estado. Con ese capital tendrá que jugar otras posiciones.
Se desvanece la posibilidad de que el experimento se replique en Colima, dadas las complicaciones que se dieron para consolidar la alianza Verde-Morena en San Luis Potosí, y ante la evidencia de que esa misma coalición en Nuevo León implicaría, con la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores, esposa del cacique priista Abel Guerra, entregar la candidatura de Morena a una corriente del PRI.
En SLP, fueron las bases de Morena las que rechazaron la imposición como candidato del hijo de un cacique local. Mario Delgado se ufanaba de tener ya un acuerdo, pero falló en su primera prueba como dirigente.
El movimiento lopezobradorista que se expresa a través de Morena, tiene clara la estrategia de los grupos políticos enquistados en el poder de los estados: infiltrar personajes que lejos estarán de responder al proyecto de la 4T. En realidad, quieren mantener sus privilegios y ven a Morena como un vehículo para llegar a los cargos públicos.
Si la coalición no fue posible en SLP y NL, difícilmente ocurrirá en Colima. Hasta los otrora panegiristas de Virgilio le conceden pocas posibilidades de representar a la izquierda. Y ven inviable que cristalicen sus aspiraciones de gobernar el estado.
TAMPOCO DEL PT
Para llegar al Senado, Joel Padilla recabó votos en todo el estado, pero la fórmula que encabezó le debe su triunfo al tsunami López Obrador. La evidencia es que, antes de esa ola, el petista nunca había ganado una elección de mayoría.
Hubo otro factor que se conjugó con la ola lopezobradorista: Joel Padilla capitalizó el antifernandismo que es muy fuerte en Colima. Y no deja de ser una ironía que se beneficiara de un sentimiento en contra de quienes ahora son los promotores de su candidatura por Morena, en la lógica que la coalición le tendrá que entregar al menos un estado al Partido del Trabajo.
El gran problema del PT es que, para la 4T, el partido de Alberto Anaya no vale una gubernatura. Por mucha bisagra que hagan (electoral, mas no legislativa porque ya se vio con los fideicomisos que para el presidente no son confiables), los petistas no parecen comprometidos con un cambio profundo, con una transformación real de la vida pública, alejada del gatopardismo que representó la alternancia entre PRI y PAN.
INDIRA PUEDE GANAR
A diferencia de los demás aspirantes a la candidatura de izquierda al gobierno de Colima, Indira Vizcaíno tiene logros electorales concretos. Y puede ganar con holgura en 2021.
En 2012 consiguió la alcaldía de Cuauhtémoc, donde tuvo un gran desempeño. Casi ganó la diputación federal por el primer distrito, en unos comicios de 2015 donde todavía resulta inexplicable que haya perdido por tan pocos votos ante el priista Enrique Rojas. Y tres años después obtuvo la diputación federal por el segundo distrito.
Indira es la única de las aspirantes que ha sido votada en los dos distritos y recibió más de 80 mil sufragios directos. Su aceptación es real y se explica por la congruencia que ha tenido como política de izquierda.
DIVIDE Y VENCERÁS
Quienes no quieren el arribo de la 4T a Colima siguen una fórmula clásica: divide y vencerás. Buscan atomizar al movimiento progresista en la entidad.
Parte del plan consiste en presentar encuestas amañadas que muestran que, con cualquiera, gana Morena. Lo mismo con Indira que con Joel o con Claudia. Y no es cierto.
El grupo que se resiste a dejar el poder piensa que, con la 4T pulverizada, la estructura del PRI se va a imponer. Pero hay indicios claros de que el tricolor terminará desdibujándose por completo.
El único partido que tiene posibilidades de constituir en Colima el polo opuesto al lopezobradorismo, es el PAN.