Directivos del Grupo Leyendas del Futbol, este viernes 12 de abril, acudieron al domicilio de José «El Buitre» Alvarez, para entregarle un reconocimiento por su trayectoria como arquero del Club Deportivo Imperio y seleccionado representando a Colima.
El reconocimiento le fue entregado en presencia de su esposa Rosa Robledo, del presidente del Grupo Leyendas, Adrián Márquez Santacruz; del secretario, Armando Moreno Aragón y del tesorero, José María Maldonado Pozos, por Miguel Angel González Sautto, a petición de la directiva, por haber sido también jugador del Imperio.
Cabe mencionar que la entrega del reconocimiento se habia considerado hacerla en una reunión de las que mes a mes tiene el grupo; sin embargo, ante la imposibilidad de José Alvarez de estar presente, se tomó la decisión de visitarlo y hacer lo propio en su domicilio, donde él y su esposa atendieron gentilmente a los emisarios.
Antes de llevar a cabo la entrega, González Sautto leyó el texto del reconocimiento, enmacado con una fotografía de homenajeado:
«Leyendas del Futbol Colimense otorga el presente reconocimiento a José Alvarez Virgen ‘El Buitre’, leyenda del futbol colimense y gran jugador del club Imperio, de carácter siempre jovial y una excelente persona».
Fue la señora Rosa Robledo de Alvarez, quien agradeció la distinción a su esposo, «por esos momentos tan emotivos, recordando los bonitos e inolvidables triunfos de su carrera futbolística. Les agradezco de corazón a todos sus amigos y compañeros de esa y de esta época, que se hayan fijado y preocupado por otorgarle este diploma, que le traerá bellos recuerdos, que le quedarán sembrados para siempre en su mente. Gracias de corazón, muchas gracias»
Al domicilio de la calle Matamoros llegaron también el hermano del homenajeado Rogelio Alvarez Virgen y su esposa Zaida Meneses, así como quienes fueron jugadores del Imperio, Alejandro Velasco y Marcos Santana, acompañado éste de quien fue portero profesional del Atlas, León y UdeG y entrenador de porteros con Loros, Héctor Brambila, convirtiendo aquello en una agradable tertulia, al recordarse grandes anécdotas, salpicadas de buen humor.