Como si Colima no tuviera temas prioritarios que no han sido atendidos, por ejemplo la inseguridad y el desempleo, la diputada del PRI, Lizet Rodríguez Soriano, propuso una adición a la fracción VI del artículo 17 de la Ley de Estímulo y Fomento al Deporte y la Cultura Física, con la finalidad de establecer como uno de los proyectos prioritarios en el Programa Estatal, al “deporte diverso”. Lo anterior tiene el fin de “impulsar la promoción y visibilizar el deporte de la diversidad, mediante acciones que promuevan el desarrollo de habilidades y la difusión de mensajes de información”.
En primer lugar, el deporte es diverso en sus disciplinas y categorías, esto de acuerdo a las características físicas de quienes lo practican, por ello existen ramas y grupos específicos como aquellos que van dirigidos a personas con discapacidad o adultos mayores, puesto que no sería equitativo una competencia de atletismo entre una persona de 18 años con una de 70.S
Segundo lugar, establecer el deporte diverso por cuestiones de la diversidad sexual es más que una estupidez, puesto que independientemente de las preferencias u orientación sexual, no existen limitantes para la práctica del deporte, sobre todo cuando se es competitivo. La práctica de actividades deportivas y físicas no es exclusiva, por el contrario, busca la integración de aquellas personas con habilidades para destacar sobre todo en aquellas disciplinas donde se trabaja en equipo.
Tercer lugar, lo que sí es excluyente, es hablar de deporte diverso, como si se tratase de una disciplina nueva para personas con características diferentes que no permitieran la competencia equitativa. En el deporte se destacan los logros personales o en equipo, pero ello no incluye la raza, creencias religiosas, preferencias u orientación sexual, sobre todo, porque se trata de un aspecto que no influye en el desempeño físico de las personas.
En estos momentos de pandemia, quienes realmente son vulnerables y requieren un acompañamiento para ejercer su derecho humano a la cultura física, son los adultos mayores. Además, el deporte por sí mismo, es incluyente, lo que se requiere es promover la práctica de estas actividades en la población en general por los problemas de salud que vive nuestra sociedad y no por un tema ideológico.